
¿La música urbana, otra moda más, o llegó para quedarse?
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INFORME ESPECIAL
Por: John del Río
Comunicador Social y Periodista
Redacción San Buenaventura Estéreo 95.4 F.M
Viernes, 19 de septiembre, de 2025
11:11 a.m.
Es bien sabido, sobre todo desde la psicología, que en muchos casos, la música puede ser una herramienta muy útil, puesto que con ella se puede transformar el ánimo de una persona, entre muchas cosas más, entonces cabe recordar algunos conceptos sobre la música:
“La música expresa los movimientos del alma.” (Aristóteles).
“En la música todos los sentimientos vuelven a su estado puro y el mundo no es sino música hecha realidad.” (Schopenhauer, 1788-1860).
“La música puede ser un medio para la rápida destrucción de la Sociedad.” (Ilich Uliánov, 1870-1924)
De acuerdo con Dixon y Gómez (2012), la música urbana “es una expresión cultural que permite conocer contextos que rodean ciertos temas, prácticas y problemáticas presentes en la realidad social, cultural y, en algunos casos, política de ciertos países y sociedades de Latinoamérica”.
No es un secreto, que este género de música, el cual se refiere a algunos estilos musicales que surgen en los años 80, como el soul, hip hop, el reguetón y el R & B, entre otros, tiene sus admiradores y detractores y ha terminado permeando todo el sistema actual en diferentes renglones de la sociedad.
En www.repositorio.ug.edu.ec se encuentra que, “en algunos estados de EEUU es el ritmo más escuchado igual en América Latina, sin embargo, en países como Cuba, Guatemala y Honduras el reggaetón ha sido prohibido y no puede escucharse públicamente ya que esto atraería sanciones a los medios que lo difundan”.
Probablemente, algunas personas, en especial adultas, pensarán que los efectos de la composición, interpretación y difusión de esta música, más conocida como el “género de la calle” no es positivo para la sociedad, sobre todo para los jóvenes que la crean, la interpretan y la consumen, pero de otro lado, estos mismos jóvenes, sus representantes y la industria discográfica, por sus resultados económicos, como fuente de empleo y como el medio para realizar sueños de un segmento de la población con pocas oportunidades, desmontan todos los distractores sobre este tema.
Pero, es importante entender también, que no hay que subestimar el poder del lenguaje en los procesos creativos musicales, en especial la palabra, según www.dialnet-lenguajesdelpoder pues no sólo es un medio para el arrojo de un mensaje, sino “que se encarna, se incorpora en el vivir cotidiano que compromete todas las instancias de la convivencia humana. El lenguaje y la palabra tienen poder y son vertebradores de la sociedad, los mensajes que transmiten las letras de las canciones impregnan nuestra sociedad, cultura y contexto cada día, convirtiéndose en una vía esencial para transmitir valores, creencias, pensamientos, normas, estilos de vida y actitudes”.
Así mismo, en las letras de estas canciones, los artistas hacen su propia búsqueda y se definen y le expresan a sus seguidores y al mundo entero sus pensamientos, sus rasgos de personalidad, complementándolo con su forma de vestir, su imagen y estilo de vida, por lo general, narrando en primera persona su orígen, su desarrollo, sus éxitos y fracasos, personales, en su familia, en el amor, en su vida sexual, en su ego personal y por supuesto, en su relación con el sistema hegemónico.
De otro lado, en una investigación de www.nebrija.com han descubierto una relación importante sobre, “la proyección de la música urbana latina como fenómeno global y su vinculación con la expansión del español y la industria musical latina”. Y agregan, que: “La música urbana latina no solo está redefiniendo el consumo y la producción de un género, sino que, además, fomenta una identidad cultural profunda y la integración social en todo el mundo”.
Entonces, se podría pensar, que en algunos de los procesos sociológicos, la música urbana es de relevancia, pues podría facilitar el entendimiento de las subculturas que emanan de las urbes y las transformaciones que se van generando en la sociedad, en los segmentos culturales, en los populares y en los nuevos guetos generacionales.
Este género musical, “está ligado a la expansión del español en el mundo, según el estudio El boom de la música urbana latina y la expansión del español a nivel global, publicado por el Observatorio del Español y realizado por la doctora en comunicación Lourdes Moreno Cazalla. En 2023, este segmento musical se encuentra en un momento “cardinal” para su expansión y reconocimiento internacional".
Pero, será qué mientras internacionalmente, ciertas disqueras, productores y artistas, se llenan los bolsillos de dólares, con las tendencias culturales y musicales de Latinoamérica, ¿los jóvenes, las familias y la raza latina pagan otro tipo de precio por el fenómeno como tal?
Continuando con el mismo estudio de la doctora Moreno, afirma que: “En los últimos tres años, la música urbana latina ha experimentado un impresionante crecimiento, tanto en producción como en distribución y promoción. Comparado con sus orígenes, cuando el reguetón era considerado un género ligado a la economía informal y clandestina, hoy ha emergido como un movimiento cultural sólido y poderoso”.
En yuxtaposición, consultando a la psicóloga infantil Daniela Muñoz, se encuentra que en una entrevista dada a la agencia EFE, sostuvo que “el reguetón genera angustia en los niños y produce un impacto negativo en su desarrollo cognitivo. Asegura que este género no respeta el desarrollo físico y emocional del menor, ya que lo expone a contenido inadecuado para su edad”.
Pero, otra institución de mucho peso como el Instituto Cervantes, dice que el español, como segunda lengua hablada del mundo en la actualidad, piensa que la música urbana latina podría constituirse como un medio para expandir su influencia en la industria musical.
Retomando el estudio de la Universidad de Nebrija, asiente que: “a lo largo de las dos primeras décadas del siglo XXI, este género ha utilizado con éxito la tecnología digital para alcanzar audiencias globales y dominar escenarios internacionales. Ejemplos icónicos incluyen los éxitos de Daddy Yankee, Luis Fonsi con Despacito, la histórica actuación de Jennifer López y Shakira en la Super Bowl 2022, y el influyente Bad Bunny”.
Y, agrega los siguientes hallazgos como sobresalientes en este tipo de música:
La música urbana latina representa hoy, entre una cuarta y una quinta parte, de las canciones en las listas de éxitos de las plataformas de música en streaming.
Desde 2020, y más concretamente en 2023, se ha producido un incremento significativo en los rankings de las plataformas digitales de Spotify y YouTube.
Este género musical se adapta al modelo cultural actual de la era digital, donde el acceso al contenido se ha normalizado y se ha producido una desintermediación de los agentes tradicionales en la industria musical.
La música urbana latina se está internacionalizando, y se ha encontrado la presencia de canciones en otros géneros musicales, como el K-pop y J-pop, con letras en español.
En resumen, es concreto el sentimiento de orgullo y latinidad, que genera la creación y difusión de la música urbana en los barrios, las ciudades y en las colaboraciones entre artistas latinoamericanos de distintos países. Y también otros teóricos han demostrado que, este género musical puede tener efectos en algunos jóvenes, que al escucharlo, más allá de la influencia con la sensación hipnotizadora de su ritmo, podría ayudar a socializar y que algunos adolescentes se sientan conectados y mutuamente reconocidos, incluso, si saben que el contenido no es apropiado.
Igualmente, los jóvenes de hoy buscan y encuentran su música y su información en sistemas gratis, más democráticos y mundiales, como las plataformas de streaming e incluso se podría concluir que la música urbana puede estar siendo para el español, la juventud, la integración social, entre otros, más importante que cualquiera de las políticas públicas de algunos gobiernos para cumplir este objetivo.
De todas formas, no sobra la supervisión de la familia y la orientación oportuna de los profesores, los cuidadores y la institucionalidad, encargada de la educación y del bienestar de los niños, adolescentes y jóvenes, en el consumo de los productos de música urbana y la influencia de los artistas de este género musical, que ha llegado para quedarse.