INFORME ESPECIAL
Por: John del Río
Comunicador Social y Periodista

Redacción San Buenaventura Estéreo 95.4 F.M
Viernes, 6 de septiembre, de 2023
10:00 a.m.

De acuerdo con el portal científico www.scielo.org.co y citando a los autores Juan Carlos Villalba Cuéllar y Andrés González Serrano, en Prolegómenos vol.20 no.39, los semilleros de investigación en las instituciones educativas, “son una nueva estrategia académica para abordar el conocimiento dejando de lado escuelas tradicionales y dando paso a la enseñanza activa y constructiva. Son un espacio que permite a sus integrantes, estudiantes y docentes -sobre todo a los primeros-, una participación real, controlada, guiada y procesual del binomio enseñanza-aprendizaje que prioriza la libertad, la creatividad y la innovación para el desarrollo de nuevos esquemas mentales y métodos de aprendizaje”.
El Semillero de Investigación de Ciencias Naturales del Colegio Parroquial San Buenaventura de Bello, está integrado por niños y niñas de los grados Cuarto y Quinto. En dicho espacio, cada año, se desarrolla una investigación con diferentes temas de estudio, según afirma la profesora Bibiana González. Este año decidieron aprender sobre la contaminación y la preservación de la fauna del colegio.
Con el objetivo de reducir la producción de residuos sólidos producidos en la institución, surgió la campaña de empezar a fortalecer el reciclaje, por ello, los días martes y jueves invitan a todos los estudiantes de primaria a recolectar las botellas plásticas, que traen en sus loncheras y a participar en la recolección de plásticos para llenar ladrillos ecológicos.
Para mejorar la difusión del mensaje, los investigadores diseñaron y grabaron en la emisora piezas publicitarias, que se usan para motivar a la participación de los estudiantes en los descansos, proceso liderado por el director de San Buenaventura Estéreo, Juan Miguel Jaramillo Metrio y que se han escuchado en 95.4FM con el fin de motivar a la comunidad en general a reciclar en sus casas.
La metodología implementada para tal fin consiste en que los investigadores, se encargan en los descansos de hacer la correcta separación de residuos, obteniendo resultados muy valiosos: cada día de campaña (martes y jueves) logran reunir un promedio de 152 botellas, en 11 días han logrado reunir 1.672 botellas, que de otra forma irían al relleno sanitario, en el mejor de los casos.
En este proyecto se han involucrado, docentes, estudiantes y padres de familia, que, al ver a sus hijos motivados en la consecución de dicho objetivo, han empezado en sus casas, también, a recolectar las botellas producidas en sus hogares.
En este proceso los alumnos han aprendido a valorar los recursos que brinda la madre Tierra, han empezado a comprender la necesidad de reducir la producción de los residuos, para contribuir a disminuir la contaminación causada por la mala disposición de los desechos.
Una de las lecciones de los integrantes del semillero, es recordar que las pequeñas acciones, cuando se suman y se comparten, se vuelven verdaderas transformaciones.
Ahora son muchos niños y niñas, que, en compañía de sus familias, se hacen conscientes de la necesidad de separar correctamente las basuras que se generan, mientras aprenden sobre cómo reducir la contaminación y como preservar la fauna y la biodiversidad del colegio y su ciudad.

Entonces, después de la anterior exposición sobre dicho semillero, expresado por la profesora Bibiana González y el director Juan Miguel Jaramillo Metrio, es pertinente aclarar la importancia de los semilleros de investigación, como una nueva estrategia académica para adquirir el conocimiento, utilizando otras metodologías diferentes a las de las escuelas tradicionales y dando paso a la enseñanza activa y constructiva.

Cuando en los semilleros escolares se utilizan herramientas como la tertulia, el debate y el diálogo con el profesor, el alumno aprende a aprender, aprende a investigar y desarrolla el conocimiento. Es aquí en donde se puede afirmar, que los semilleros pueden ser, algunas veces, más enriquecedores que un aula.
La investigación cuando es formadora y se desarrolla en un semillero, puede promover el aprendizaje autónomo y a desarrollar mucho más la creatividad. Pero, los semilleros no solo ayudan a formar la investigación, también se orientan estudiantes con más calidad humana, capacidades de socializar y sensibilidad social.
Cuando una institución como el Colegio Parroquial San Buenaventura de Bello, funda y apoya un semillero, está garantizando la existencia de futuros investigadores, pues una herramienta complementaria de educación, que se preocupe por la continuidad de semilleros, será la materia prima para producir investigación en las siguientes promociones estudiantiles.
Y, este colegio ha descubierto la utilidad de los semilleros, los alcances que tiene para la institución, para el docente y para el estudiante. Pues ha notado que entre otros beneficios, los semilleros facilitan el trabajo independiente, en equipo y dirigido; crean nuevas estrategias de investigación, afianzan las herramientas metodológicas, experimentan procesos investigativos y de aprendizaje, enriquecen el proceso docencia e investigación, socializan los productos de investigación y fortalecen los espacios académicos y de aprendizaje, entre otros.
Los resultados son arrojados en ambos sentidos, para los actores que participan en los proyectos investigativos, por un lado, los alumnos que pertenecen a un semillero de investigación y ejecutan un proyecto, pueden aprender a plantear problemas, formular hipótesis, recopilar y sintetizar información, observar, indagar, realizar entrevistas y encuestas, consultar bases de datos y presentar sus productos de investigación, etc. Competencias que sin duda le ayudarán a ser un mejor estudiante y a desplegar capacidades investigativas que se fortalecen con la investigación misma. De otro lado, el profesor a través de la interacción, potencializará sus habilidades investigativas y sus estrategias pedagógicas.
Entonces, es el momento en que los semilleros de investigación sean apoyados institucionalmente, pues se requieren condiciones propicias para que tanto el docente que lidera los proyectos, como los investigadores puedan realizar con tranquilidad el proceso de investigación propuesto.
Finalmente, las ventajas, que ofrecen los semilleros de investigación invitan a su implementación, mejora y fortalecimiento al interior de las instituciones de educación, con la intención de formar mejores personas, mejores estudiantes y de generar procesos en la actividad investigativa institucional, que permitan al alumno considerarla en el futuro como una opción en el ejercicio profesional.