https://es.wikipedia.org/wiki/Bello_(Antioquia)#/media/Archivo:Panorama_del_centro_de_Bello.png

Cuando despertamos en la mañana y nos disponemos a iniciar nuestras actividades lo que vemos es lo común, lo de siempre, el paisaje cambia muy de vez en cuando y todo es costumbre y paisaje. A menudo estamos más interesados en lo que esta sucediendo en nuestras vidas y mentes y no en lo que sucede a nuestro alrededor en el mismo instante. Los paisajes en el transporte publico son opacados por la incomodidad de no podernos mover por la cantidad de personas que hay en el mismo espacio y la velocidad de las vías, miramos el reloj y pensamos en que le diremos a nuestro jefe o a la persona con la que nos encontraremos, pareciera que nadie de los que viajan presta atención al momento en el que se encuentra.

Miles en la ciudad pudieron presenciar el amanecer, el espectáculo de colores del cielo con la salida del sol y sin embargo muy pocas son las fotos que van a las redes de algunos que han tenido la audacia de salir de la monotonía y mirar el cielo.

¿Qué les parecería si les contáramos que nuestras vidas son como son por aquello que consideramos tan normal? ¿Qué piensan si necesariamente lo que vemos al despertar y en nuestro recorrido tiene una directa relación con quienes somos y como vemos la vida?

Las ciudades son un reflejo fiel de como se perciben los ciudadanos, y como configuran su sociedad, el relacionamiento, la estética, la forma de pensar y relacionarse es algo que esta directamente ligado a la arquitectura de los espacios que habitamos.

No es gratuito que las civilizaciones que se estudian se hagan a través de las construcciones que tenían, todo corresponde a rituales, mitos y costumbres que constituyen una sociedad y con esta afirmación podemos pensar que era propio de civilizaciones antiguas, pero en la actualidad aún es muy visible como la arquitectura modela en gran manera nuestra civilización.

Algunos ejemplos de esto son ciudades como Paris (Francia) donde es raro ver edificaciones muy altas, ya que precisamente tiene la idea de ser una ciudad muy democrática y acuden a la igualdad en el sentido de que nadie esta por encima (literal) de nadie por lo que encontramos en su arquitectura esta idea, siendo la torre Eiffel una anomalía en la arquitectura de la ciudad. Otro ejemplo claro de esto lo encontramos cuando analizamos New York que es todo lo contrario, edificaciones, cada vez más altas, las unas de las otras, reflejo de una competencia voraz por superar, por crecer, por ser más y más grandes, por mencionar algunas de las grandes ciudades.

La idea de que las iglesias estén en los centros, las cárceles y los hospitales mentales, en la periferia, y que en general nos organicemos como nos organizamos tiene un sentido en nuestra forma de percibir el mundo. Los materiales con los que se construyen las casas, las dimensiones, nuestra relación con las fuentes hídricas, entre otros factores dignos de analizar, como la estética, los puentes, o el estado de las vías. ¿Qué refleja nuestra arquitectura? ¿Qué historias cuentan? ¿Qué pensamos de la construcción de nuestra ciudad?

Esta es una invitación a tal vez, por un viaje prestarle atención a eso que nos constituye y por qué no, encontrar belleza en esos recorridos en los que usualmente nos dejamos llenar de mal genio mientras avanza el embotellamiento. Pare de mirar el reloj y observe.

Paz, amor y chocolates.