INFORME ESPECIAL
Por: John del Río
Comunicador social y periodista
Redacción San Buenaventura Estéreo 95.4 F.M
Viernes, 13 de septiembre, de 2024
12:00 m.
El teatro es una expresión artística, que permite narrar, contar e interpretar, historias, eventos y situaciones, generalmente en vivo por artistas en un auditorio, en un teatro o en el espacio público, asistido por la música, la escenografía y la iluminación, entre otros recursos.
En www.portalacademico.cch.unam.mx Argüello, M. G. ; López, E. ; Megchún, M. X. y Aguilar, E. G. (2011). Sostienen que, hablar del origen del teatro nos transporta a la civilización griega y agregan, que: “Esta es considerada como la cuna de la cultura occidental y alcanzó su máximo desarrollo en distintas áreas del conocimiento como la arquitectura, la filosofía y la literatura. Una de ellas fueron las artes escénicas, como lo es el arte dramático o el teatro”.
También es sabido, que cuando nació el teatro se asoció con el misterio y los mitos, pero lo que sí es claro, es que está relacionado con la danza, la música, la magia y con ciertas prácticas religiosas de los humanos.
La misma fuente anterior dice, que: ”Algunos especialistas señalan que las primeras obras dramáticas surgieron en la práctica de las fiestas dionisiacas (Dioniso es el dios del vino, de la vegetación, del ciclo nacimiento muerte y resurrección). En ellas un coro de hombres disfrazados de chivos a modo de sátiros, entonaban ditirambos y danzaban con las bacantes o ménades a honor del dios. El propósito era asemejarse a las divinidades y asimilar algo de su poder de desenfreno y placer. El culto se popularizó hacia el siglo VIII o VII A.C y sus ritos poco a poco fueron difundiéndose y llegaron a mezclarse con otros ritos antiguos, orgías y fiestas que parecían una fuerte lucha entre los poderes superiores que dictan el sufrimiento y la muerte”.
De otro lado, el surgimiento del teatro contemporáneo se vislumbra con el hecho de que la modernidad vio en este la oportunidad de dar cuerpo y voz a muchas de las nuevas corrientes de pensamiento estético, político y filosófico, que aparecieron luego de que se descubriera a América, entre otros acontecimientos.
De acuerdo con www.enciclopediahumanidades.com “desde el Renacimiento hasta el auge del Romanticismo, se cultivó un movimiento que produjo algunos de los mayores exponentes del género en Europa y las Américas. Este legado fue la fuente de inspiración de las vanguardias, que de finales del siglo XIX a mediados del XX vieron el teatro como un laboratorio estético en el que poner a prueba distintas tendencias creativas”.
Dramatizar obras o la vida misma, provoca al espectador visitar otros mundos, pero también le puede hacer olvidar los problemas en una función, propiciarle emociones, como la risa o el llanto, al mismo tiempo que transporta a los actores a otros estados.
Las obras de teatro según www.enciclopediahumanidades.com “se clasifican en tragedia y comedia, partiendo del sentimiento que entraña cada género: la tristeza y la risa y, Aristóteles señaló que cada una representa al ser humano en dos formas distintas: como un ser valeroso caído en desgracia, o como un villano y común del que es posible reírse”.
Y esta misma fuente afirma que, luego en el tiempo surgieron otros géneros de teatro que robustecieron las artes dramáticas, entre ellas se destacan:
“La tragicomedia (drama romántico). Mezcla de tragedia y comedia.
La farsa. Caricaturización de los personajes y situaciones generalmente risible.
El melodrama. Que incorpora a la tragedia un acompañamiento musical que detalla la situación emotiva de cada escena.
El drama realista. Que imita la realidad para conmover al público y sensibilizarlo socialmente.
El teatro intimista. Representado para un público pequeño y en torno a una situación acotada, aprovechando la sensación de estar “solos” con el personaje.
El teatro callejero. Que se representa en la vía pública y a menudo incorpora a la audiencia en la obra”.
Finalmente, estas formas de expresión artística, clásicas o modernas, se han ido convirtiendo en un vehículo formador de pensamiento, de sentido crítico, de criterio, reforzando la educación, la formación de los niños, niñas, jóvenes y adultos, ha enseñado a mejorar como personas, a entender las diferencias, a recrear la historia, a vivir los sueños y a pensar en alcanzar el futuro, entre otras cosas.
De otro lado, el teatro ha sido en la historia de la humanidad uno de los géneros artísticos más importantes debido a su capacidad de comunicación con las masas. Su uso como instrumento de denuncia y de protesta ha sido una de sus constantes. En ese sentido, sólo se lo puede equiparar hoy en día con el cine y los grandes medios de comunicación audiovisual.