Durante el mes de abril de este año preguntamos a los oyentes, profesores, estudiantes, invitados, realizadores, y en general a todas las personas que tenían contacto con la emisora sobre algunos conceptos de los que hablamos todos los días con los demás. Queríamos saber si teníamos claridad o un consenso frente a las diferentes palabras, queríamos mostrar como nuestro lenguaje nos limita y nos moldea, como nuestra perspectiva y vivencias nos cambian los conceptos y desde esas ideas nos atrevemos a debatir.

El ejercicio nos da pie a pensar nosotros mismos una respuesta, nos cuestiona sobre si estamos o no de acuerdo con quienes escuchamos, generamos una opinión propia a partir del otro, nos invita a preguntarnos por el qué y no por el por qué.

Es curioso que algunas preguntas que podrían tornarse muy técnicas y científicas, se convertían en un despliegue de creatividad e imaginación, como los niños terminaban siendo adultos en las respuestas y los adultos niños, como los más adultos se veían rebasados por sus ideas; algunos no lograron responder, no porque no supieran hacerlo sino porque los abrumaba la cantidad de ideas y no eran capaces de transmitir el mensaje, el silencio también corresponde a una respuesta.

En este articulo unas cuantas reflexiones a partir de las respuestas que nos compartieron todas y todos y una invitación a reflexionar sobre nuestro uso del lenguaje, sobre nuestra experiencia con él y sobre las ideas que hemos forjado al respecto.

¿Qué es la vida?

Pregunta que hicimos por los constantes debates sobre temas como el aborto, la eutanasia, la pena de muerte, la violencia y la justicia, entre otros… Todos tienen una opinión al respecto y se entra a debatir sobre la vida, sobre cuando comienza o termina o sobre quién o quienes pueden decidir sobre la vida y en qué casos. No entramos en ninguno de esos debates, la pregunta era muy específica, preguntábamos por el significado de la palabra, por la idea del estar vivo.

“La vida es un ciclo en que nacemos, crecemos y morimos”, nos decían los niños y niñas, con seguridad, con contundencia, como si de una oración se tratara, la habían aprendido y recordado quizá para siempre. pero una vez la pregunta pasaba a los adultos, ya no era un ciclo, ya no había concepto, primero cerraban los ojos, miraban a otro lado buscando las palabras, repetían la sonoridad de la palabra, “Vida” se decían… movían las manos para impulsarse a dar alguna respuesta, aplaudían, chasqueaban los dedos, tanteaban la respuesta.

Algunos decían contundentemente que “No lo sabían” y otros prefirieron no responder, era válido, no responder es también una respuesta y nos entusiasma la idea de que por lo menos quedo la pregunta, si bien no una respuesta, si una búsqueda de ella.

Los jóvenes lo veían como oportunidad, como tiempo, como posibilidades… a lo Juanes se aventuraban a decir “Es un ratico”, “es la oportunidad de escribir nuestra historia”, “es un tiempo para conocernos y para conocer lo demás”, a medida que aumentábamos la edad, sin importar el género, las respuestas entonces se tornaban más reflexivas, hablaban de belleza, de Dios, del regalo de la vida, del don de la vida, de lo significativo y precioso que significaba estar vivo.

¿Qué es la Paz?

La paz fue una pregunta que quisimos hacer porque el municipio carga con una fuerte estigmatización sobre la violencia, en el país venimos hablando de paz desde hace décadas y con más fuerza hace 12 años aproximadamente, sin embargo y para nuestra sorpresa no existió una respuesta estándar, todos tenemos respuestas diferentes, ideas distintas sobre la paz, mientras que para unos la paz era algo más personal, una manera de vivir y ver el mundo o una manera de dialogar conmigo mismo. Para otros la paz requería al otro, se hablaba de conflicto, se hablaba de llegar a acuerdos, de utopías, de quimeras, de la imposibilidad de nunca poder conocer lo que era esta palabra. Variaba de acuerdo a la edad, siendo los niños quienes lo veían de manera personal, los jóvenes quienes veían con desesperanza el concepto y los adultos como un significado sin mucho análisis.

Podría ser todas al tiempo, podrían ser solo unas correctas, lo importante es lo que cada quién piense para sí.

¿Qué es el amor?

El amor como siempre genera suspiros, es por si mismo una palabra que nos mueve a todos y todas, el amor es el sentido de todo, es la belleza en su máximo esplendor, lo que genera paz, lo que genera el servicio, lo que genera alegría, es curioso que la palabra amor genero muchas más respuestas que el concepto de vida, hay para quienes era un concepto sin significado y sin fuerza, principalmente jóvenes, hay quienes lo veían como algo efímero y quienes vieron la necesidad de aclarar que no importaba la condición social, económica u orientación sexual, por aclarar que existían distintos tipos de amor, cabe resaltar que nunca se hizo la pregunta por un tipo de amor sino por la palabra en sí. Hay quienes hablaron desde sus contrarios, “un sentimiento que se ve opacado por otros”, “al que quizá no le damos la importancia”, “Dios es el amor”, también dijeron, “El amor…” generaba dudas, suspiros, sonrisas, aclaraciones… Aunque las respuestas fueron igual de variadas en esta las sonrisas fueron más comunes, todos respondían, los niños se enfocaban en el amor de sus padres, los jóvenes en la desesperanza y en términos generales todos encontraban belleza en el concepto.

¿Qué son los colores?

Esta pregunta la ideamos con la idea de que los niños pudieran expresarse más debido a que al no tener una respuesta técnica sencilla iban a buscar respuestas más espontaneas, y por qué no descifrar el color, pero lo que nos encontramos fue las y los niños dentro de los más adultos, se les encendía la bombilla cuando escuchaban la pregunta, los niños pensaban en colorear, en pintar, en agregar colores y en lo que veían, los adultos en cambio hablaron de los ojos, de vida, de amor, de sentimientos, de la belleza, de lo que genera el color en todos y todo. Observe todo y aventúrese a dar una respuesta.

25 años conectando la comunidad bellanita, haciendo presencia y generando pensamiento desde la frecuencia 95.4FM programas de evangelización, informativos, ecológicos, sociales, institucionales, de salud mental, de mujeres, de cine, arte y literatura, de colectivos radiales, de estudiantes, de JAC, de trabajo en red, de música. 25 años mostrando a Bello desde las voces de los diferentes actores del municipio, empoderando la comunidad y generando esparcimiento, diversión, alegría y reflexión.

Tenemos toda la intención de crecer, de acompañar, de educar, de generar contenido de valor para todos y todas, pretendemos ser un puente de dialogo entre todos y todas, conectar y generar opinión, escuchémonos y seamos una sociedad más incluyente, más feliz, más pacifica, a esto le apostamos en la emisora comunitaria del norte del valle de Aburrá.

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Juan Miguel Jaramillo Metrio

Locutor – Control San Buenaventura estéreo 95.4FM