Todo el tiempo estamos en movimiento. La tierra se mueve a la asombrosa velocidad de 107.280 kilómetros por hora alrededor del sol, y el sol a su vez se está desplazando alrededor del centro de la vÃa láctea a una velocidad aún mayor. Todo este viaje para nosotros es imperceptible gracias a la gravedad y a que nuestros cuerpos son insignificantes para las magnitudes que representan los cuerpos celestes en mención.
Nuestros cuerpos sin embargo perciben el tiempo y la distancia, con ambas magnitudes se calcula la velocidad. De acuerdo al tamaño del individuo esas percepciones cambian. Un ejemplo claro de esto lo encontramos en la mosca. Para nosotros suele parecer que se movieran muy rápido y que pudieran predecir nuestro movimiento, lo cierto es que, a su escala y percepción, el tiempo pasa más despacio, por lo tanto, su vida no se siente de 24 horas como para nosotros, sino que en su propia percepción nuestro movimiento es muy lento. Lo mismo ocurre con la mayorÃa de seres vivos a comparación de nosotros.
Asà la percepción modifica la realidad en la que estamos inmersos. Cada medida fÃsica necesariamente esta alterada por nuestra percepción. A nivel cuántico no podemos saber si no un dato de una partÃcula, o conocemos su velocidad o conocemos su posición. Esto debido a que en el momento que se mide una de las dos, la otra cambia por nuestra observación, percepción y medida.
Ahora bien, en nuestro propio tiempo y espacio percibimos el pasar de los dÃas, con el aporte de muchos intrépidos humanos en la historia de la sociedad logramos medir y estar de acuerdo frente a la hora de un dÃa, frente a la cantidad de dÃas, y la forma en que contamos el paso del tiempo.
Cada año parece que tuviéramos la oportunidad de reiniciar nuestros proyectos, de tomar un respiro y corregir el rumbo.
AsÃ, 60 segundos son 1 minuto, 60 minutos una hora, 24 horas un dÃa, 30 dÃas un mes, 12 meses un año, es interesante lo que pasa con estas asignaciones que le hemos dado al tiempo, es decir a nuestra percepción del aquà y el ahora y es que cada año parece que tuviéramos la oportunidad de reiniciar nuestros proyectos, de tomar un respiro y corregir el rumbo.
Algunos dicen que nada ha cambiado, pero si podemos cambiar un poco la mentalidad, afinar lo que nos hace falta y si cada quien puede, por qué no, trabajar en aquello que sueña ¿No serÃa esto cambiarlo todo? Después de todo el tiempo es relativo y tiene la dimensión que cada uno percibe.
Paz, amor y chocolates.