Tomado de: https://medium.com/juventud-t%C3%A9cnica/academia-de-ciencias-anuncia-nuevo-espacio-para-debate-sobre-ciencia-498872f36002

Colombia es un país con grandes contrastes, dentro de Colombia existen tantas culturas diferentes que es difícil pensarnos como uno solo, sólo Antioquia puede determinarse como cinco o seis antioqueños distintos de acuerdo a su región. ¿Cómo se logro unir a todas estas culturas y personas en la idea de país que hoy tenemos?

Tal vez no sorprenderá saber que las decisiones se tomaron en Santa Fe de Bogotá y que realmente el grueso de la población no fue consultado nunca sobre el sueño de país que tenía. Celebramos fechas de independencia pero la independencia fue un proceso de muchos años que tuvo muchos sucesos, pensadores y eventos históricos, no fue que a partir de una fecha empezamos a llamarnos colombianos y colombianas todos los que habitamos este territorio, la Gran Colombia como se le llama a Colombia para distinguirla de lo que fue, tardo mucho en tener una idea clara de su extensión e idea de país. El poder quedo en el centro del mismo, donde se tomaban las decisiones sobre los demás y las personas totalmente desconectadas fueron agregándose y normalizando la idea de Colombia y que ahora, debían denominarse colombianos y no neogranadinos o granadinos.

La independencia, aunque si tiene que ver con ejércitos y batallas, tiene que ver principalmente con nuestras ideas, como en Crimen y Castigo de Dostoievski se es esclavo de nuestra consciencia y no hay verdadera libertad hasta que nos emancipamos del yugo de nuestra culpa.

Pero ¿Culpa de qué tengo yo? Podríamos preguntarnos. Las decisiones que tomamos siempre afectan a muchas más personas de las que podemos esperar, por más pequeñas que sean siempre estamos en contacto y generando repercusión en el mundo. Hay quienes dicen que no gustan de la política. Pero no se dan cuenta que la está ejerciendo todo el tiempo, que el interactuar con cualquier persona en el mundo requiere afectar para mal o para bien el otro, el desconocido, el colombiano del lado al que no conozco, que vive completamente diferente a mi y piensa en lo que yo no pienso y entonces sí, todos tenemos culpa del país que construimos.

No fuimos consultados antes y ahora rara vez nos consultan sobre nuestra idea de país, rara vez nos preguntamos nosotros mismos si tenemos un país soñado, si tenemos una idea clara de cómo debería ser Colombia, ese debería ser el punto central de todo debate político y no lo es.

Nos dejamos llevar por discusiones sobre el pasado, por acusaciones con razón o sin razón de X o Y candidato de turno. “Cualquiera menos Y”, “X es un peligro”, ¿pero es que X y Y, y quienes los siguen no son parte de nosotros mismos? ¿Es acaso este país y nosotros con nuestras decisiones quienes hemos creado a X y Y? y si no fueran ellos tendríamos otro par de letras con sus seguidores, con frases similares y los mismos seguirían peleados, rasgando las vestiduras y participando de eso, del juego de likes y dislikes, personas que parecen bots defendiendo personas e ideas que no conocen y que no han leído nunca en un libro, personas que se van a los golpes, que se odian, que no toleran ver al otro, que se burlan, se mofan, se ufanan en atacar y desprestigiar el pensamiento del otro, la reflexión del otro, sin nunca haber reflexionado, o peor aún creyendo que su reflexión es más valida que la del otro, simplemente somos incapaces de escucharnos y no es raro que algunos digan, queriendo estar al margen: “No me gusta la política”. Si les gusta, pero no les gusta lo que implica.

Implica que debemos separar las personas de las ideas, implica que somos diferentes y eso esta bien, después de la vida, la diferencia debería ser el derecho más importante a preservar, implica que debemos ponernos de acuerdo, y que vivamos bien juntos en este territorio que compartimos e implica soñar con un futuro que raramente en época electoral parece más oscuro de lo que realmente es.

Paz, amor y chocolates.

Juan Miguel Jaramillo Metrio